D. MIGUEL DE FORCALLO +
Nació en Ciudad-Real año 178o; en 1791, siendo menor de edad, obtuvo plaza de caballero cadete del colegio de artillería; ascendió á subteniente en 27 diciembre de 1800, á teniente en 23 mayo 1803, y era Capitán 2.° del Real cuerpo cuando se presentó en Zaragoza á participar de las glorias y peligros de la segunda defensa.
El 12 de enero de 1809 desempeñaba Forcallo el mando de la batería de la Puerta del Carmen que el sitiador intentaba combatir reciamente emplazando sus piezas en la confluencia de la carretera de Casa Blanca y paseo del Convento de Capuchinos (hoy cuartel de Hernán Cortés). Pero nuestro oficial, en presencia de Palafox dirigió con tanto acierto el fuego de sus cañones contra los trabajos del enemigo que le obligó á cejar en sus propósitos ahuyentándole de aquellos parajes, por cuyo brillante éxito el General gratificó con dos onzas de oro á los artilleros y elogió públicamente á su Capitán. (Alcaide, tomo II, pág. 104).
Enfermo de la epidemia, marchaba conducido á Francia en las famosas cuerdas del general Morlot; pero no pudo pasar de Pamplona en cuyo hospital falleció nuestro héroe el 3 de marzo de 1809 á los 29 años de su edad.
Nació en Ciudad-Real año 178o; en 1791, siendo menor de edad, obtuvo plaza de caballero cadete del colegio de artillería; ascendió á subteniente en 27 diciembre de 1800, á teniente en 23 mayo 1803, y era Capitán 2.° del Real cuerpo cuando se presentó en Zaragoza á participar de las glorias y peligros de la segunda defensa.
El 12 de enero de 1809 desempeñaba Forcallo el mando de la batería de la Puerta del Carmen que el sitiador intentaba combatir reciamente emplazando sus piezas en la confluencia de la carretera de Casa Blanca y paseo del Convento de Capuchinos (hoy cuartel de Hernán Cortés). Pero nuestro oficial, en presencia de Palafox dirigió con tanto acierto el fuego de sus cañones contra los trabajos del enemigo que le obligó á cejar en sus propósitos ahuyentándole de aquellos parajes, por cuyo brillante éxito el General gratificó con dos onzas de oro á los artilleros y elogió públicamente á su Capitán. (Alcaide, tomo II, pág. 104).
Enfermo de la epidemia, marchaba conducido á Francia en las famosas cuerdas del general Morlot; pero no pudo pasar de Pamplona en cuyo hospital falleció nuestro héroe el 3 de marzo de 1809 á los 29 años de su edad.